SITUACIÓN ACTUAL: UNA ENCRUCIJADA SOCIAL, MEDIOAMBIENTAL Y ECONÓMICA
Aunque cada país de la región es único, los retos estructurales son similares: dependencia de las exportaciones de productos básicos, sociedades muy desiguales y capacidad limitada del sector público para proporcionar bienes públicos y apoyar la economía, todo ello dentro de un contexto fiscal difícil. Es importante destacar que estos retos están interconectados, son interdependientes y fundamentales para desarrollar la resiliencia socio ecológica.La pandemia del covid-19 puso de manifiesto las limitaciones del modelo económico mundial de "tomar-hacer-desechar", destacando las cadenas de valor mundiales frágiles, las grandes desigualdades sociales, y los altos y acelerados niveles de agotamiento
de los recursos naturales. Una economía circular presenta una alternativa viable para un modelo económico diferente, más resiliente e inclusivo para los países de la región. Muchos países de ALC ya están formulando activamente políticas climáticas y algunos han comenzado a integrar los principios de la economía circular en sus marcos de políticas nacionales. Sin embargo, estos varían mucho de un país a otro, y a menudo carecen de políticas y marcos globales e integrados: el panorama político regional de la economía circular sigue siendo insuficiente y
fragmentado. Aunque se han hecho progresos, la economía circular sigue combinándose con la gestión tradicional de residuos y faltan políticas e incentivos
que apoyen la transición.
La compleja naturaleza de la economía circular también plantea retos. La economía circular es amplia: aborda la producción, el consumo, la gestión de residuos y el uso de recursos. Por lo tanto, su medición requiere un enfoque holístico
que puede resultar difícil debido a la complejidad e interconectividad de estas dimensiones. En este contexto, la limitada disponibilidad y calidad de los
datos plantea grandes obstáculos:
1. Los países de ALC suelen carecer de datos completos, fiables y actualizados sobre los flujos de materiales, la generación de residuos, las tasas de reciclaje y la eficiencia de los recursos. Esta carencia de datos obstaculiza la capacidad
de medir y monitorear la transición hacia una economía circular.
2. Gran parte de las actividades de gestión de residuos, reciclaje y recuperación de
recursos de ALC tienen lugar dentro del sector informal. El alto nivel de actividad
informal dificulta la obtención de datos precisos, así como la medición de la circularidad de estas actividades.
3. La falta de definiciones y métricas estandarizadas dificulta la medición del
progreso y la comparación del rendimiento de los diferentes países o sectores dentro de la región.
Por : Adriana Diaz
Fuente: The Circular Gap Report
( America latina y el caribe)